Primeros Mensajes desde 1985
INVENTO DE SATANÁS
27 de marzo de 1987
Ovejas mías, deseo apertura y humildad, apertura a mis gracias y humildad en las pruebas, vean que el enemigo tiene fuerzas numerosas y no ceja nunca en su intento por perderlos, confíen mí y Yo los protegeré como mi gloria si se entregan por entero al amor hecho vida.
Qué vano esfuerzo por encontrar su felicidad en esta tierra, hijos, que orgullo el querer prescindir del Señor. Dejen esas nimiedades de lado y vayan al centro de la cuestión, al fondo, donde yace la gracia escondida en ustedes mismos.
Es hora de destruir los falsos templos, es hora de desterrar los falsos dioses: Dinero, placer, violencia.
Engendro que habita con ustedes y llena sus vidas con las cosas más variadas, condeno hoy, Yo, el Señor: Ese engendro es la televisión, invento de Satanás, nunca mis gracias descenderán a través de esos aparatos creados para distraer vuestras mentes. Qué sorpresa ahora si el Señor habla así, ¿qué esperaban?, ¿qué deseaban?, ¿alguien que les de solamente sin ponerlos en su lugar primero?
El que entiende, actua según lo que entiende, el que niega1 se arrastra hasta el fin de sus dias en su propia perdición. ¡Ah, mis hijos!, si vieran el amor que el Señor les reserva, no dudarían tanto. Ahora, pidan, pues frente a su Dios solo pueden recurrir a la misericordia.
He aquí la mano simple e inservible a la cual el Señor concede paz y gracias para los que creen sin dudar2 ya están sintiendo ahora ese calor que solo Dios infunde en ustedes, es solo la Obra de mi Espíritu. Aquí están sus gracias, ¿quién se adelantará a tomarlas?3 El más humilde, él las lleva para ustedes.4
Sigan orando y al final los bendeciré, hoy les prometo sanar a sus enfermos. Paz a ustedes.
No se pacta con el enemigo, no se hace alianza con el maligno, no se negocia con el perverso, él solo los lleva a la perdición con cosas engañosas, a veces parece llevarlos a una felicidad que solo es algo pasajero, poco vale, treinta monedas, lo que el demonio paga a sus seguidores.
Si no tuviera la seguridad de mi victoria sobre él no los estaría llamando a la lucha, porque tanto los amo, y no lo hubiera dejado sentar a mi mesa y aún permitirle que haga su trabajo si no hubiera sabido ya que el triunfo estaba en manos del justo y mi triunfo es por ustedes y para ustedes, mis hijos, no desperdicien esta gracia tan abundante que se derrama desde mi cruz hacia sus corazones.
Qué poco interesa al mundo la opinión de Dios, y pensar que han salido de mis manos como criaturas indefensas y ahora se colocan en mi lugar y aún creen hacer bien en hacerlo y en dirigir, pero basta, esta empezando, basta y pronto van juntos, cuando llegue ahora, basta, será ahora y será tarde.
Sigan en oración pues mi corazón palpita con fuerza por sus llamados de amor, no teman nada pues aquí estoy para ustedes mis hijos.
(Bendición final para todos los presentes)
1 a Dios.
2 eleva la mano derecha con el Santo Rosario.
3 gira su mano, palma arriba como sosteniendo algo en alto.
4 cierra la mano y la deposita sobre su corazón.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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