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NADIE ES AJENO A MIS MENSAJES Y LLAMADOS
PUES SON PARA TODOS

17 de julio de 1987
Cenáculo María, Reina de los Apóstoles

Lecturas: Eclesiástico, Cap. 18; Romanos, Cap. 16, Vers. 17.

Dice el Señor que hay muchos que están apurados por escuchar lo que Él va a decir pero que no tienen el mismo apuro para obedecerlo, porque mucho ha sido dicho antes y aún no ha sido cumplido, que se debe llevar registro de los cenáculos por los cuales el Señor está pasando ahora y dándoles nombre, porque las gracias descenderán muy especialmente a través de ellos, no es que otros lugares de oración tengan menos valor, sino que estos abundarán más en gracias. Aquí es, “María, Reina de los Apóstoles”.
Aún no están preparados para el dolor, debéis entrenaros más en esto, pues las persecuciones se recrudecerán, será todo como en una película que pasa todo en cámara rápida y cuando menos lo esperen todo estará sobre ustedes y lo que era profecía será realidad. Han venido otros, dice el Señor y vendrán muchos más a tironearlos para desmembrarlos de mi Cuerpo, sepan que lejos de mí no vivirán mucho, por eso aférrense con todas sus fuerzas de mí y entre ustedes.
Nadie es ajeno a mis mensajes y llamados pues son para todos, de otra forma no los permitiría dar a conocer.
Hay allí un... son las tumbas... dice el Señor que el demonio está transformando al mundo en un cementerio de almas, muertas a la fe, pero que Él sigue pronunciando su llamado, como a Lázaro.
Mis elegidos me traicionan hoy más que nunca, por eso ustedes son llamados a colaborar en esta Obra, por ustedes y por ellos. Creed y predicad mi presencia en las sagradas especies de pan y vino, creed vosotros y predicad mi presencia en la santa misa, creed y vivid según mi misericordia que alcanza a todos, aún a los más hundidos y dejad fluir el Espíritu de verdad, pues el que obstaculiza el camino del Señor está en desarmonía con la naturaleza que el Señor mismo ha creado. Ved a vuestro alrededor, nada se revela contra Dios, solo el hombre. Y es así el hijo pródigo que el Señor espera en su morada celestial, aquél que se ha revelado contra Él. El mismo le dará la bienvenida si se arrepiente y cambia. Dice que siguen mirando la televisión, ¿por qué? y que como en eso con todo, ¿si es que aceptan lo que el Señor dice o si primero lo adaptan a su comodidad?, que el Señor no es malo cuando dice esto, porque nos está cuidando de una caída más fuerte aún.

Lectura: San Mateo, Cap. 18, Vers. 6.

El Señor dice que estos centros de oración se llaman “frutos de misericordia”, por los frutos se conocerá la Obra y cada fruto tiene ahora su nombre y que no olvidemos llevar la lista de los nombres. Los viernes todos unidos en una sola oración y ese tiene que ser el día. Nos pide el Señor que todos los presentes que tienen sus hijos, si desean que Él los consagre a su Madre, la Virgen, que Él va a presentarlos a todos entonces a los que están y a los que no, a los pies de la Madre del Cielo.
Hijos que sois amor vivo en vuestras familias, os conservo bajo la protección de mi Santa Madre, María, para que sea Ella vuestra guía y podáis ser ustedes reflejo de su santidad, devoción, sencillez y firmeza en el cumplimiento de los deberes diarios con Dios y con los hombres. Alcen la mano derecha, repetid en vuestro interior: mi diestra Señor está a vuestro servicio y pondré por obra todas vuestras palabras aunque en ello juegue mi vida, dadme luz y paz. Bendice el Señor a los presentes y a los objetos de culto y veneración, para que de ellos extraigan las gracias necesarias para la lucha contra el mal.
Los enemigos acechan a cada instante, no os confiéis ni aún en el momento del sueño.
Yo os bendigo, hijos, venid a mí los que estáis agobiados por vuestra penas y Yo cargaré con ellas por ustedes, solo os pido entrega de amor, os bendice el Señor en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Al seguidor fiel daré la corona incorruptible de la gloria y compartiréis un lugar conmigo en mi Reino. No temáis a nada en este o en el otro mundo. Llevaos mi paz.
(Bendición del sacerdote presente).




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