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NO OS LLAMO A UN YUGO QUE PUEDA
HACERLOS ESCLAVOS, OS LLAMO AL YUGO
DE LA LIBERTAD VERDADERA

Capital Federal, 26 de septiembre de 1987
Cenáculo Nuestra Señora de la piedad

Dice el Señor: sepan ver que aquí está una prueba de su enorme misericordia, pues su presencia entre ustedes es solamente eso, total y profunda misericordia hacia sus criaturas.
Yo os diré algo, criaturas mías, ovejas de mi rebaño, caminad recto por el sendero que os he marcado, marchad a pie firme pues nada podrá quitarlos de mi lado. Vuestra mirada siempre atenta, mis ojos, mis ojos os guiarán, vuestras manos siempre elevadas en plegaria, mis gracias las colmarán, vuestros labios deben ser santificados continuamente con oraciones y palabras agradables, no dejéis jamás entrar la ofensa en vuestras bocas, porque por la boca sale lo que abunda en el corazón. No os llamo a un yugo que pueda hacerlos esclavos, os llamo al yugo de la libertad verdadera, la libertad que tienen los auténticos hijos de este Padre que os ama.
Dice el Señor que hoy va a dar el nombre a este lugar y su ángel va a quedar aquí también, se llamará “Nuestra Señora de la Piedad”, porque deben ser piadosas siempre las oraciones que se hagan aquí y se debe ser ejemplo de piedad para el resto.
(Visión) Ahora se ve... eso es un... un camino de montaña... si... es muy angosto, casi solamente pasa una persona y todos van caminando por ahí... y hay algunos que caen... y hay unos... como unos demonios que los tiran, los tironean, los sacan y los hacen caer... y... en el camino hay puestos unos crucifijos... y algunos se están tomando de ellos y pueden caminar, otros hacen como que no los precisan y ahí es donde aprovechan para tirarlos... ahora dice el Señor así: eso es todo representativo de la realidad, el que no se aferra a Dios en esta vida, perecerá en el abismo.
Dice el Señor que se han oído muy fuertes las oraciones de este lugar previamente a la reunión y las oraciones que están siendo realizadas en el cenáculo de la cárcel; manda a decir el Señor, si, para ellos, que envíen para el próximo cenáculo un rosario que el Señor va a dar una bendición especial y luego se lo va a reintegrar y que se va a iniciar así... eso es parte de... claro... el rosario es para ellos... para los que están rezando ahí... y que lo están haciendo muy... si... muy bien. Dice el Señor que pronto nos vamos a conocer. Dice que les recuerde que ellos deben mantenerse con muchos sacramentos porque es un lugar muy difícil donde están, pero si están al lado de Jesús, Él va a terminar convirtiéndolos a todos. También pronto va a haber un mensaje solamente para ellos.
Dice el Señor que también al terminar cada reunión debemos rezar un padrenuestro, avemaría y gloria pidiendo la bendición de Jesús sobre los niños que van a nacer, los hijos que están en gestación, para que sean bautizados pronto.
Dice que los objetos que va a bendecir hoy van a llevar una especial inclinación a los que los porten hacia la piedad, hacia la actitud piadosa frente a la presencia del Señor.
Dice que hay varias curaciones en marcha, por los pétalos benditos por su Mamá.1
(Visión) Hay un señor que estaba enfermo en la cama, está acostado y ahora está sentado, es bastante viejito... y está curado... está curado ahora y está muy contento... en la cabecera está2 Jesús Misericordioso... va a decir algo el Señor ahora... Muchos de ustedes os encontráis aquí por primera vez, con vuestro Dios vivo, otros, antes de ustedes, también me han encontrado, cuidad de no olvidar este momento pues el encuentro con Jesús marca toda vida humana; cuántos deseos de estar a mi lado y cuánto deseo estar Yo mismo aquí, entre mis predilectos que me aman y no ofenden a mi corazón como el resto; pero luchad, luchad por ellos y Yo os protejeré, orad por ellos y Yo os sanaré, a vosotros y a ellos, amadlos y os amaré y llevaré a mi Reino a cada uno, pues el trabajo por mi Obra os enaltece hasta la medida de superar a los ángeles que me sirven pues vuestro seguimiento al Señor importa lucha y debéis luchar aún contra vosotros; no recordéis aquel o cual pecado que os ata, no mantengáis fija vuestra mente en tal o cual vicio, despejad el camino, acercáos a la reconciliación,3 recibid los sacramentos y seréis míos, aunque solos en el mundo, míos. Y ya el Brote Nuevo va dando más ramas aún y esto aún no ha comenzado. Confiad, pequeños, confiad. Toda gracia viene de lo alto si sabéis entregaros. Consagraos a mí cada día, renunciad a las tentaciones. Cierto es que este mundo se ha preparado con todas sus armas para rechazarme, pero esta vez vuelvo con toda mi gloria y no hay poder en este mundo que pueda frenar el avance de la Obra del Señor. Vuestros santos ángeles guardianes os inspirarán acerca de las devociones que debéis seguir y no perdáis de vista al resto, pues por el resto debéis pedir vosotros. Orad a conciencia, luego os bendeciré.

Lectura: San Lucas, Cap. 13, Vers. 1 al 5.

Bendice el Señor los objetos, rezamos el Salve.
Bendice a las personas, en primer lugar a sus almas consagradas presentes,4 con una bendición muy especial también para toda su Orden. Dice el Señor: Vosotros dáis todo por mí y Yo os doy todo lo que sale de mi misericordioso Corazón para que hagáis bien en el mundo y sembréis mi Palabra y consigáis la gracia del Señor a los pobres pecadores. Yo bendigo vuestra misión en esta tierra y vuestras plegarias llegarán prontamente a mí cada vez que invoquéis mi nombre. Recibid la paz, a vosotros, rebaño, también os bendice vuestro Pastor y os da las gracias necesarias para alcanzar la vida eterna, sabed aprovechar este momento pues la misericordia está avanzando sobre la humanidad como nunca antes, enseñad a otros a encontrar la luz que hoy ilumina vuestros corazones.
Yo os bendigo y os amo siempre, recibid la paz del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Practicad la piedad en todas sus formas y Yo me mostraré a vosotros especialmente, podéis regresar a vuestros hogares con la paz.


1 el 8 de septiembre de 1987.
2 la imagen de.
3 Confesión.
4 Tres religiosas.




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