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PARA ESTA OBRA SOLO ES NECESARIO
NEGARSE A SÍ MISMO Y SUMERGIRSE
EN MI AMOR MISERICORDIOSO

Capital Federal, 24 de octubre de 1987
Cenáculo María, inspiración divina para los corazones fervientes

Dice Nuestro Señor, estoy muy conforme con vuestras oraciones, vuestro fervor es mucho, a pesar de vuestros pecados y mi presencia es muy deseada aquí hoy. Dice que Él no nos faltará, pero que hagamos mayores sacrificios, mayores penitencias, por Él, porque es una enorme gracia el recibir cosas del Cielo y todo eso, el Señor quiere dejar hoy el nombre de este lugar de oración y también quiere que todos los que están participen de la alegría de un nuevo lugar donde se alabe a su Madre y se ore con fervor y piedad
El nombre es “María, inspiración divina para los corazones fervientes”.
(Visión) Hay un ángel más pequeñito que cuando el Señor está hablando se encarga también de atender a los niñitos y de cuidarlos para que no perturben en el momento en que está hablando y el otro, el grande, ese es el que está acá, ese grande, grande es el que va a estar siempre acá y parece como color celeste.
Dice el Señor que el nombre se debe al fervor que debe inundar las almas por su Santísima Madre al realizar nuestras oraciones, eso nos llevará directamente al contacto con Él.
(Visión) Había otro barco, bastante grande parecía y había otros que le disparaban con torpedos, parecían tres que le disparaban y también desde la tierra se hacían preparativos parecía que era una guerra y había una ciudad incendiada también, parecía que habían tirado bombas y ahí están muchos muertos, puestos en fila en la calle parece, todo eso, dice el Señor, es lo que amenaza al mundo y es por lo cual debemos orar con mucha fe, que parte de eso está sucediendo y parte aún no sucedió pero si no se vuelcan a la misericordia, sucederá y mucho más crudamente de lo que se ha visto y que hay una aparente calma y que son preparativos para una escalada de violencia mayor a nivel mundial.
Dice que mantengamos la calma y dice que diga: mi mano está sobre ustedes.
Dice el Señor, que le permita, que va a hablar con algunos que están aquí también y va a contestarles algunas cosas y enseñar algo también.
La paz sea con vosotros, las pruebas de cada día pueden ser difíciles pero no imposibles de pasar si estoy Yo a vuestro lado, os he elegido como mis seguidores y digo, si, elegido, pues vuestra presencia aquí es por mi elección, no por la vuestra, pero sabed que os compromete también vuestra presencia a dar testimonio de vida, no es nada nuevo pero es así. Nada hay que cambiar de las palabras ya dichas y de la revelación dada, nada se puede mover, solo se puede enriquecer su contenido y ese es el motivo por el cual Yo mismo lo estoy enriqueciendo con mi apoyo personal entre vosotros y hacia todos los que quieran participar pues para esta Obra solo es necesario negarse a sí mismo y sumergirse en mi amor misericordioso.
Has pedido por él con mucha fe, tus oraciones son oídas, pero debes aguardar aún pues el tiempo del Señor no es tu tiempo, criatura mía. Y tú necesitas de la paz que viene del encuentro con tu Dios. acércate y ven, sabes donde estoy, no vuelvas la espalda a tu Señor, pues mañana puede ser tarde. acércate, en mi casa me hallarás. No deseo rebeliones, ni luchas entre ustedes, elevad todos la vista hacia mí, no os entretengáis mirando vuestros defectos unos a otros pues eso os lastima y me lastima, pensad si Yo mismo me dedicara a esto, ¿cuánto tiempo durarías en esta Obra?, volved a la misericordia, miráos solo al espejo, criticáos a vosotros mismos para poder ser mejores y así ayudar. Todo problema exterior no podrá destruirlos si estáis construidos sobre base firme que es la Palabra de vuestro Señor revelada y defendida por la Santa Iglesia. Alimentáos con la eucaristía, todo guerrero necesita alimento, este alimento fortalece para la batalla y si os he elegido y preparado y alimentado, llega ahora el momento del enfrentamiento. El enemigo puede ser más numeroso, pero el apoyo del Cielo está con vosotros y sabed interpretar aún en la derrota la voluntad divina. Dejad los planes en mí. ocupáos de la oración y el sacrificio, de vuestra santificación depende la salvación de muchas almas. En estos encuentros Yo os llamo para daros la paz y el sosiego, el oasis, en vuestro desierto de todos los días, el remanso donde podéis humedecer vuestros labios con el agua fresca, el agua viva, y si os aquietáis, en esta agua cristalina podéis miraros y os veréis transformados en mí.
Os doy la paz y solo la salvación de las almas sea vuestra principal preocupación, dejad el resto a manos de vuestro Señor que para eso está con vosotros. Luego os bendeciré, continuad orando.

Lectura: Apocalipsis, Cap 2, Vers. 1 al 7.

Va a bendecir el Señor ahora, también la Virgen va a dar su bendición los dos juntos hoy. Estos objetos despertarán el fervor en los corazones más helados y guiarán todas las demostraciones de fe hacia el Inmaculado Corazón de María, vía segura de llegar al Señor. Recemos la consagración a María. Bendición a las personas. Ponéos de rodillas, aquí esta vuestro Señor a quién habéis orado con fe y a quién habéis pedido con lágrimas en los ojos. ningún pedido quedará en el vacío, ninguna palabra de vuestras oraciones ha sido dicha para el aire, mi corazón abrasado en llamas de amor recoge todo de vosotros hijos y a su tiempo os otorgará lo que necesitáis, permaneced firmes en la fe y nadie os arrancará de mi lado, recibid la bendición de quién os ama, es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Id en paz, vuestro Señor os protege y vuestra Madre intercede continuamente por vosotros, sed fieles hasta el fin.




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