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CONFIANZA

Mar del Plata, 19 de diciembre de 1987
Cenáculo María, faro de la divina gracia para las almas extraviadas

Dice Nuestro Señor que está viendo en ustedes una buena predisposición para un acercamiento a Él, que el nombre de este lugar es “María, faro de la divina gracia para las almas extraviadas”. Dice el Señor que desea mucho que se multipliquen los centros de oración en este lugar especialmente para alcanzar la multitud de las gracias que tiene para otorgarnos y que desea una entrega especial de cada uno de nosotros, profunda y sincera y de corazón.
El Señor quiere decir algo Él personalmente para que escuchen todos: Amadas ovejas de mi rebaño, preparad vuestro corazones para mi entrada, preparadlos con gracia, preparadlos con oración, preparadlos con sacrificios, mirad que volviendo la vista al mundo, debéis ser vosotros, vosotros los faros de la luz que descienda de vuestra Santa Madre María. Vosotros debéis irradiar esta gracia que el Señor os está otorgando, en vuestras vidas, en vuestros actos, en vuestros gestos, en vuestras palabras. Recuperad la fe perdida, pues el Señor vive y os llama, recuperad el amor, pues el Señor todo amor os enseñará, como amar y como llegar a vuestros hermanos, recuperad la confianza en la Santa Iglesia, pues a través de Ella descienden para vosotros todas mis gracias y bendiciones.
Hoy os he traido aquí, os he reunido aquí y tenéis con vosotros a un hijo mío elegido1 el cual os ayudará en este camino de alcanzar vuestra propia conversión, poned en sus manos vuestras fallas y él os ayudará a elevaros, ponéos con confianza siempre en manos de la Iglesia. Acaso no véis ni sentís la hermosa paz que significa unirse en oración alrededor de vuestro Pastor que os ama, acaso no véis que la gracia se derrama en abundancia en quién se entrega por completo a la voluntad divina sin medir resultados, acaso no sentís que se os libera de vuestras preocupaciones mundanas al elevar vuestro espíritu hacia mí. Si viérais vuestros ángeles con cuanto agrado os acompañan hoy.
Dice el Señor que por las oraciones va a haber tres personas que hoy van a ser sanadas físicamente y también espiritualmente. Dice que hay muchos pedidos por conversiones y que en la medida en que se entreguen a la oración Él va a ir concediendo esas gracias.
Dice el Señor que desea que mañana antes del cenáculo de la mañana se asista a la Santa Misa para permanecer más aún en estado de gracia. Dice el Señor que recomienda para esta semana que oremos muy especialmente por la paz porque los sucesos de guerra serán muy fuertes en esta semana venidera y harán temer por el desequilibrio en el mundo y una paz que ya está muy debilitada. Los actos de violencia van en aumento todos los días debido a la intervención del enemigo de las almas que mantiene a las personas enemistadas unas con otras.
Dice el Señor que cada día más va a costar encontrar gente que quiera seguir las indicaciones que da la Santa Iglesia y obedecer a la Palabra de Dios, por eso, cada uno debemos ser un representante fuerte de la Palabra de Dios en nuestro lugar, viva, presente, activa y humilde.
Dice el Señor que al final la Virgen María recibirá todas las consagraciones hoy muy especialmente y también Ella nos va a dar la bendición. Si, pero que tenemos que rezar bien.
Que aquí hay que comenzar también lentamente la tarea ya encomendada de los sacerdotes sin producir escándalo, con paciencia y recurriendo siempre a ellos.
El Señor dice que no ha venido a hacer revelaciones de catástrofes ni de cosas muy ocultas, porque dice que lo que más oculto tenemos y no queremos mostrar, son nuestros pecados y Él los ve con toda claridad, por eso viene reclamando y pidiendo conversión. Dice que siempre es igual, el hombre frente a su Dios, debe recurrir a la misericordia. Dice que continuemos con nuestra oración.
Dice Nuestro Señor que una vez más se hace presente ante ustedes el gran misterio del amor divino por su criatura, dice que nosotros somos esa criatura a la cual Él ama más que a ninguna y la cual es más ingrata que ninguna otra; que hagamos de nuestra vida un sacrificio continuo por aquellos hermanos que niegan ese amor del Señor y viven a su capricho y antojo entregándose así a una perdición total. Y es serio lo que se habla porque el Señor no habla en broma, dice Jesús, es serio lo que se dice porque algo serio está en juego y eso serio es la entrada al Reino de los Cielos. Cumplid vuestro papel con seriedad y Yo os acompañaré siempre.

Lectura: I Tesalonicenses, Cap. 1, Vers. 2 al 10.

El Señor y la Santísima Virgen van a dar la bendición a estos objetos ahora.
(Visión) Esa es la Santísima Virgen que va a bendecir ahora y el Señor está a su lado y los dos van a bendecir ahora y se ve como ponen las manos hacia adelante para hacer la bendición y el Señor levanta la mano y dice, haced la señal de la cruz, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Ahora va el Señor a bendecir a las personas, pide que se coloquen todos de rodillas. Abundancia de gracias en medio de vosotros es mi presencia y esa abundancia de gracias se dará a través de la bendición que os prodigo aquí en mi hijo y luego a través de mi representante, Yo os bendigo, os doy la paz, en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Id ahora al mundo, mas no confiéis en el mundo, confiad en mí y Yo os auxiliaré. Aquí quedará encendido el faro de la luz divina. Cada vez que necesitéis de mis gracias, orad aquí con fe y os oíré. Volved en paz.


1 Sacerdote presente.




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