CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 3

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





SOIS FANÁTICOS POR MÍ,
COMO YO LO HE SIDO POR VOSOTROS

CAPITAL FEDERAL, 18 de febrero de 1988
CENÁCULO MARÍA, MADRE DE TODO CONSUELO

Dice Nuestro Señor que: Aquí se va a formar un centro de oración, el cenáculo se va a llamar “María, madre de todo consuelo”, pues los que aquí vengan con el corazón destrozado por sus dificultades y problemas hallarán en el regazo de su Madre todo consuelo a su pena.
Fanáticos os creen y es la verdad, sois fanáticos por mí como Yo lo he sido por vosotros hasta entregar mi vida en la cruz.
Exagerados os ven y es verdad, pero si aquél que persevera en el bien obtiene premio, cuanto más aquél que exagera en el bien obtendrá de su Dios que es todo amor y cuya manifestación hacia los hombres os parece a vosotros, criaturas imperfectas, algo sin sentido e improbable.
Nada os diré que no haya sido dicho y nada os pediré que no haya pedido antes. Pero sabed que cada Palabra penetra en vosotros y pretende llegar al fondo de vuestra alma. Si os abrís a mí, seréis míos; si os cerráis a mí, no conoceréis felicidad, ni en esta vida ni en la otra.
Orad, orad sin desfallecer, pedid, pedid toda gracia y se os concederá, se os concederá por misericordia, pues vuestros méritos son muy pequeños aún, pero no desfallezcáis, quedáos conmigo, ved que sin vuestro Señor nada hay y solo oscuridad rodea aquél que concibe su vida lejos de Dios.
Tened paz, Aquél que os ha creado, Aquél que os ha llamado a la vida, Aquél que os ha dado cada minuto de esa vida que ahora utilizáis en vuestro propio provecho pronto os pedirá cuentas; nada es vuestro, todo es mío, actuad conforme a esto, aún os espero.
Recibid la bendición de Quién os ama y recordad que mi bendición os compromete al cumplimiento de mis pedidos.
Detened vuestra caída, comenzad a subir ahora, aún es tiempo. Bendición y Paz para vosotros en el nombre del Padre y de Hijo y del Espíritu Santo.
Bien se ha dicho de vosotros: aunque un muerto resucitara y se los dijese, no creerían. Cambiad esa actitud y hallaréis auténtica felicidad.
Id en Paz, vuestro Señor os ama.

Lectura: II Tesalonicences, Cap. 3, Vers. 1 al 5.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE