SOLO EL SEÑOR SABE EL CAMINO
QUILMES, 19 de febrero de 1988
CENÁCULO MARÍA, REINA DE LOS APÓSTOLES
BENDICIÓN DEL AGUA
Venid donde está la fuente de aguas vivas, mi corazón abierto en la cruz por vosotros. Estas aguas que véis aquí son signo de mi amor hacia vosotros, deseo daros medios de combatir frente al enemigo que se encarniza contra vosotros, estos son medios eficaces, usadlos con firmeza en los momentos de necesidad, sin dudar, y serán efectivos en todo sentido, si no dudáis al obrar, la gracia llegará en una medida extremadamente superior a vuestras fuerzas.
Sabed que la persecución está muy cercana ya y será dura y cruel. Orad y haced sacrificios, esperad todo de mí, si esperáis en los hombres con los hombres pereceréis. Si esperáis en vuestro Dios con vuestro Señor ascenderéis al Reino y no despreciéis los consejos de la Santa Madre Iglesia, pues a través de Ella actúo Yo, vuestro Señor.
Nada de lo dicho anteriormente está viciado por presencia del enemigo, doy Fe, y he aquí que el ángel custodio de este lugar, testigo es de que digo la verdad. Nada anterior está viciado, ni permitiré un lugar para que el enemigo se entrometa. Lo que he prometido cumpliré y si algo se ve imposibilitado Yo haré lo imposible posible por vosotros aunque parezca una negación, pues lo que para vosotros es imposible para mí casi no cuenta.
Solo deseo salvaros y estoy extendiendo frente a vosotros un amplio abanico de posibilidades salvíficas. Caminos, puentes, trazo frente a vosotros para lograr vuestro acercamiento. No podéis quejaros que no actúo como vuestro hermano, vuestro Padre, vuestro Salvador ¡perseverad ahora! Es fácil cuando todos los signos son evidentes, pero ahora es necesario cuando todo parece bien, cuando todo parece tranquilo y estancado, cuando aparentemente no se logra nada. Es aquí donde Yo, vuestro Señor, estoy sacando mejor partido de vuestra paciencia, de vuestra humildad, de vuestra oración, de vuestra conversión personal. Y no oséis dudar de este guía, pues es guía inútil humanamente y es guía positivo para mi intervención, su inutilidad lo anula y a la vez lo eleva.
Ved que no toleraré indecisiones por motivos de orgullo personal. Decidíos a seguirme sin ningún interés y obtendréis todo. Si venís a mí a buscar solo favores, retiráos ya, nada hay para vosotros.
Continuad orando. Durante la bendición no os acerquéis a este lugar, mantenéos a distancia, pues lo que sucede aquí es algo especial entre él y Yo, y él y Yo nos entenderemos, vosotros mantenéos al margen, luego sabrán algo.
Lectura: Eclesiástico, Cap. 13, Vers. 8 al 13.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS