CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 4

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





PEDID Y SE OS DARÁ,
NO HAY CONDICIONAMIENTOS
PARA MI PALABRA

CAPITAL FEDERAL, 30 de abril de 1988
CENÁCULO MARIA, REINA UNIVERSAL, VOZ DEL CIELO PARA LA SALVACION DE LAS ALMAS

Dice el Señor que todo está marchando como Él quiere y todo se va a aclarar pronto.
Paz a vosotros. Recibid la palabra del que habla con autoridad superior pues es vuestro maestro y autor. A vosotros dirigiré hoy mis mensajes, hombres, que os llamáis cristianos y no hacéis más que renegar de vuestra vida y luchar por cambiar vuestras cruces en comodidad. A vosotros hablaré hoy, personas, que acercáis vuestra presencia a mis Obras. Venís a mirar, a juzgar, a pedir y no a entregar ni colaborar. Se que muchos de vosotros váis y venís buscando consuelo que es la única forma de encontrar algo en este mundo: el consuelo divino, el consuelo de vuestro Señor, mas, aún así, estáis tan materializados que al recibir ese consuelo a través de la bendición de vuestro Señor, llegados a vuestro lugar común de vida os olvidáis que habéis estado mano a mano con el Señor, frente a frente y todas esas cosas que han pasado por vuestra vida quedan relegadas como los sueños. ¿Véis?, lo tomáis como sueños, imágenes, consuelos. ¡Qué hermoso! ¿lo recordáis? ¡que bello! pero no sabéis aplicar nada, por eso mi Palabra si no es vivida, no os sirve. Así sóis los tibios, y aclaro, pues sé que este mensaje es para todos y no solo para quienes oyen, este mensaje irá a quién corresponde. Así sois los que os dejáis enfriar por el enemigo y decís moviendo vuestras cabezas, ya no hay más que hacer. Sabed que hay mucho trabajo por hacer aún, mientras quede un alma que eleve su plegaria y mientras haya un día más, un segundo de misericordia derramada sobre esta humanidad habrá algo que hacer. Todo vale y sirve según la voluntad que pongáis en esa aplicación. Todo os puede salvar si sabéis manejarlo.
¡Hombres! os he dado poder sobre mí pues he dicho pedid y se os dará, no hay condicionamientos para mi Palabra, pedid, pedid y se os dará dije.
Buscáis en mi Obra signos sobrenaturales y os digo, nada hay más común que una flor, una piedra, un árbol, ¿qué véis de sobrenatural en eso? Sin embargo ellos son testigos de que soy Padre Creador, nada hay más natural que un hombre desgarrado y muerto en una cruz, traspasado por una lanza, ¿qué véis de sobrenatural en eso? Y sin embargo allí he hecho mi obra redentora como Hijo. Nada hay más natural para vosotros, una agrupación de personas dedicadas a hacer el bien, y que realizan aparentemente algunos ritos de culto religioso, sin embargo, allí donde no se ve, es donde se realiza la Obra del Espíritu Santo, Dios verdadero, y así las obras maravillosas de vuestro Señor pasan a vuestro lado, diríamos frente a vuestras narices y no las véis. ¿Qué esperáis ahora, que vuestro Señor parta el mundo en dos y os lo muestre pidiendole que creáis? No, hijos, no es así. Reflexionad cada uno de vosotros que tenéis estas palabras en vuestras manos, ¿cómo está vuestra alma en mi presencia?, ¿cómo os halláis en esta vida?, y sabed que el puente está tendido, aún os espero. No podéis luego decir, Señor, lo ignoraba, pues ahora lo sabéis y habéis quedado como el rico que preguntó por su perfeccionamiento: ¿Señor, que debo hacer? y mi respuesta exigente hizo que se retirara, esta respuesta que os doy también os exige, pero mi gracia no os abandonará.
Sed fieles, poned voluntad, lo demás llegará solo de mi mano.
Es mi mayor anhelo que fomentéis la unidad, esto debe convertirse en una familia, la familia de los hijos de Dios.
Abrid vuestros corazones a las necesidades del mundo y dad de los tesoros que Yo os daré. Así seréis proveedores de gracia y seréis respetados con amor.
Os bendigo, os doy paz, amados míos, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Id en paz, vuestras oraciones serán atendidas puntualmente.

Lectura: II Corintios, Cap. 5, Vers. 1 al 10.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE