CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 4

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





EL TRIUNFO DEL CORAZÓN INMACULADO
SUCEDERÁ INDEFECTIBLEMENTE

TEMPERLEY, 7 de mayo de 1988
CENÁCULO NUESTRA SEÑORA DE LA ORACIÓN

Lectura: Romanos, Cap. 15, Vers. 16 al 21.

Que la paz sea con vosotros amados.
No he podido dejaros sin mi palabra hoy que habéis esperado con tanta ansiedad mi presencia. Llamaréis a este lugar “Nuestra Señora de la Oración” pues aquí está dedicado especialmente a la plegaria y meditación. No dejéis que este lugar quede sin asistencia.
Vosotros que oráis aprended de vuestra Madre Maestra, dedicad vuestro tiempo a la oración. Todas las demás empresas emprendidas posteriormente serán benditas si dedicáis unos minutos a encomendaros a la Providencia Divina. Es tan diferente todo cuando oráis, aquí, en el Reino, los ángeles se alegran por cada plegaria elevada por vosotros, pues saben que os abren en vuestras almas el camino para la entrada de mi gracia. No esperéis que sucedan hechos inconcebibles en la mente humana para creer. Mantened alta vuestra fe, fe limpia.
Cada vez que veáis el sol elevarse, sabed que detrás de el estoy Yo, cada vez que veáis la noche poblarse de estrellas sabed que entre ellas estoy Yo, cada vez que veáis el rostro de un niño sabed que detrás de ese rostro estoy Yo, y siempre estaré entre vosotros pues soy Padre amoroso, hermano inseparable y fiel, soy amigo, no puedo abandonaros, no os dejaré.
Muchos lloráis vuestra miseria y hacéis bien en llorar, mas no os quedéis en ese gesto, reponéos, tomad fuerza en la gracia de la eucaristía y continuad vuestro camino.
Ninguno de vosotros sabe cuando ni donde pero me encontraréis cara a cara, preparaos cada día para ese día. Tened confianza a través de las pruebas duras pues en vosotros descansa una responsabilidad grande, la de manteneros fieles al Evangelio y a la Iglesia pues vendrán días de luchas muy fuertes en los cuales se intentará separaros de vuestra columna vertebral, de vuestro pilar, de vuestra Santa Madre, mas Yo continuaré actuando y la obediencia de pocos hará bien a muchos y la entrega de pocos multiplicará las gracias y aquellos que os persigan algún día os agradecerán vuestra firmeza pues el triunfo del Corazón Inmaculado sucederá indefectiblemente, y si triunfa el Corazón, triunfa el Cuerpo, y vosotros sois el Cuerpo. Seguid esperando como quién espera el retorno de un hijo, seguid velando, pero no perdáis la paz. Sabed que estoy con vosotros.
Yo os bendigo con especial amor y os doy la paz con amor de Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Reposad en mí vuestros dolores. Id en paz.




ANTERIOR     |     SIGUIENTE