CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 5

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





ES EL AMOR Y LA PAZ, EL SIGNO QUE MARCARÉ
SOBRE VUESTRO CORAZÓN

CAPITAL FEDERAL, 24 de junio de 1988
CENÁCULO NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

No temáis, no temáis, pequeño rebaño mío, pues a vosotros os tengo bajo mi custodia. No importa, si se alzan por todas partes, voces contrarias que intentan confundiros y llevaros hacia otros lugares, no importa. Yo estaré siempre con mis servidores fieles. Ahora oís una voz que antes no oíais y es algo especial. ¿Qué haréis vosotros con la Palabra que viene de esta forma a vuestra alma? Debéis conduciros también de una forma especial respondiendo a este trato que el Señor os da, pues estoy aquí y os amo. Es el amor y la paz el signo que marcaré sobre vuestro corazón. No deseo discusiones encarnizadas, no deseo luchas por poderes terrenales que hoy son y mañana no existen. No deseo estructuras armadas sobre bases inteligentes, bien pensadas y sin espiritualidad. Deseo obra de amor, como la que he realizado en cada uno de vosotros. Sed fieles, amigos, sed fieles.
Si viérais la rabia desencadenada del enemigo por cada uno de vosotros que se mantiene aún en la tormenta de tentaciones y dudas, de dificultades y problemas diarios. Si viérais como duele en su maldad vuestro bien. Estén atentos pues todo quiere confundirlo vuestro enemigo y el mío. Estad alerta, mis Palabras no faltarán.
Y hoy os pido algo, ayudad con vuestras oraciones, con vuestros sacrificios, con vuestro ejemplo de vida, a que se formen centros de oración como éste, que hoy fundaréis vosotros con vuestra plegarias y Yo con mi gracia, dejando aquí mi ángel custodio.
Acercáos con confianza a mi corazón pues éste fuego no es de condena sino de amor y resplandece sin atormentar, y calienta sin llagar, porque es fuego de amor divino, hacedlo arder en vuestros corazones y amaréis como Yo, viviréis como Yo y estaréis en mí.
Recibid paz, mis bienamados y mantenéos cerca mío.
Yo os bendigo a vosotros, a vuestros objetos piadosos, a vuestros enfermos, con abundancia, pues aún hay misericordia para todos.
Tened la bendición de Quién os ha creado, Padre; redimido, Hijo; y os acompaña hasta el fin de los días, Espíritu Santo.
La Palabra–Obra ha hablado, la Palabra–Obra actúa directo sobre el corazón.
Dejadme hacer para que otros vean. Tened paz.

Lectura: Gálatas, Cap. 6, Vers. 2 al 10.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE