CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 7

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





YO SOY EL BUEN PASTOR

CAPITAL FEDERAL, 17 de septiembre de 1988
REUNIÓN DE ENFERMOS

Sea la paz con vosotros, ovejas de mi grey.
En mis treinta y tres años de vida terrestre en la época en que he venido a este mundo ocupando un cuerpo humano se sabía perfectamente las tareas y el significado de la palabra pastor. Yo soy el Buen Pastor, mas vosotros en estos días tenéis poca oportunidad de conocer en que forma un buen pastor trabaja con su rebaño. En primer lugar el pastor conoce a sus ovejas y sus ovejas lo conocen a él y lo siguen incondicionalmente. Él piensa por ellas y busca lo mejor para ellas. No es un asalariado sino que las mira con preferencia a cada una, ocupándose, atendiéndolas, guiándolas. El Buen Pastor se ocupa también de la descendencia de sus ovejas. ¿Acaso una oveja de mi rebaño tendrá descendientes y los rechazaré o los dejaré solos librados a su suerte? Antes bien cuidaré, a madre y a hijos, todos integrantes del mismo rebaño, rebaño que se acrecienta. Y si alguna de mis ovejas se halla enferma o necesitada de cuidados especiales ¿no vendrá el Buen Pastor en su ayuda? ¿no vendrá a buscarla? y si alguna ha extraviado el camino ¿no llamará a sus amigos para que le ayuden en la tarea de ubicarla nuevamente dentro del rebaño? y llegada la noche ¿no se pondrá entre ellas y lo rodearán y les inspirará confianza con su presencia pues nunca de Él han recibido nada malo por tanto nada hace que desconfíen de su Pastor. ¿Y no buscará un corral seguro al amparo de los lobos y custodiado para que no sean arrebatadas? Entended ahora el trabajo del Pastor. Yo soy el Buen Pastor, vosotras mis ovejas, mi Iglesia es el corral y los ángeles son mis ayudantes en esta tarea y esa vertiente de agua fresca es el Corazón Inmaculado de vuestra Santísima Madre. Mi presencia entre los seres vivientes siempre produce alegría y paz. Ahora estoy entre vosotros descendiendo mi paz y dándoles la alegría de saber que me preocupo por vuestro bien y sobre todo por vuestra salvación.
Cuando surge un profeta en mi nombre el mundo estalla en blasfemias, el demonio desata su furia, mas los buenos, los humildes, los que siempre esperan la mano tendida del Señor lo reconocen y acompañan. Estoy ahora desatando las ligaduras que ataban las manos de mis profetas y los estoy llevando a la luz para que sean ellos, por mi intervención, ejemplo. Ningún profeta es bienamado por el mundo y ya veréis cuanto peso trae cada profecía en contra de aquél que se atreve a pronunciarla aún sin entender su significado. Mas no os preocupéis demasiado pues si Yo he dado una tarea daré la fuerza para realizarla. Y os daré un secreto: vosotras, ovejas sufrientes, sabed que la oración que más fuerza posee para abrir las puertas de mi corazón es la elevada con confianza en medio de los sufrimientos. Ellas son como flechas que se elevan hacia el Cielo llevando vuestros pedidos y alcanzan mis manos. Por algo os he dicho: lo que pidáis al Padre en mi nombre Él os concederá. Hoy os repito: vosotros, pedid y dejad todo en mis manos.
Os bendigo, criaturas mías, continuad la buena senda y ayudad a otros a hallar el corral de la Santa Iglesia, único lugar seguro.
Recibid de Quién da en abundancia sin pedir nada a cambio. Gracia, paz y salud en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Recordad, el camino de esta vida se hace magníficamente hermoso en compañía del Señor y de su Madre y es horrorosamente difícil en compañía de la soberbia y el orgullo humano. Elegid, elegid vosotros una vez más.
Agua y Fuego están frente a vosotros, agua y fuego. La paz a ustedes.

Lectura: San Juan, Cap. 12, Vers. 44 al 50.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE