EN EL SURCO DE LA VIDA:
DAD FRUTO ABUNDANTE, DAD FRUTO BUENO
21 de enero de 1990
Clorinda, Provincia de Formosa
Sabed que Yo os envío hoy como emisarios míos a este mundo que necesita de mi gracia y misericordia para que en vosotros las encuentre y que viendo vuestro camino se entusiasme en él por hallarme y hallándome obtenga la paz. Yo os envío hoy como semilla buena en el surco de la vida: dad fruto abundante, dad fruto bueno. No faltará la lluvia de las gracias y el abono de los dones espirituales para que crezcáis como árboles fuertes y sanos. Mucho espero de cada uno de vosotros y mucho os daré, más de lo que podáis pensar, si os entregáis a mí. No es el temor la motivación del cristiano sino el amor, nada hagáis por miedo a nadie. Fortaleced vuestro espíritu, orad y sacrificaos, pues la carga es pesada y pocos los que desean llevarla. Sed vosotros, en todas partes, mis miembros vivos en medio de este mundo desolado: Id pues cristianos, llevad a Cristo.
Os bendigo con predilección para que obtengáis la fuerza necesaria de cumplir con mis pedidos. Recibid la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Sabed que nada hay que escape a mi poder y nadie está fuera de mi misericordia si no se lo propone.
Id en paz, construid en paz, mostrad el camino hacia la paz.
Lectura: San Marcos Cap. 6, Vers. 1 al 6.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS