Edición Nro. 24
EL FUTURO DE LA HUMANIDAD
2 de octubre de 1990
Necesito el trabajo de muchas almas realmente enamoradas de mí, con amor sincero y puro, con amor constante e incondicional, con amor irrenunciable.
Necesito que vengáis a mí movidos por el verdadero amor, el amor de Dios, para que seáis ramillete de flores perfumadas que ofrezco a esta humanidad cuya fe se ha marchitado, para que seáis la suave brisa que refresca a las almas ardientes en su carrera de buscar una felicidad inexistente en este mundo, para que seáis los rápidos mensajeros de mi palabra como los pájaros del cielo que llevan sus trinos aquí y allá, a todos por igual.
A vosotros llamo para que seáis el futuro de la humanidad, si fracasáis es por vuestra propia culpa, pues todos los medios os han sido dados y aún más, sobreabunda la gracia para que venzáis las dificultades.
Entregáos y no temáis: encontraréis aridez, indiferencia, temor, mas todo lo superaréis con la fuerza del Espíritu Santo.
Y no os creáis superiores al resto, es solo que por ver y oír más, más debéis hacer y cuanto más entendáis más os exigiré ahora y en el futuro. Son también para vosotros mis palabras de aliento y bendición, mas Yo os acompaño en el dolor de las pruebas como en la alegría del triunfo.
Obtened la fuerza verdadera, la que desciende del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Todo lo que déis dadlo con amor sin esperar recompensa alguna, solo así obtendréis la recompensa perfecta. Mi paz a vosotros.
Lectura: Zacarías, Cap. 5, Vers. 1 al 11.
EL BUEN PASTOR
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS
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