CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 29

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





HOY COMO NUNCA ES NECESARIO
QUE OS PRESENTÉIS
A COMULGAR DE RODILLAS

10 de enero de 1992

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Avanza como un torbellino imparable, como un río fuera de su cauce; avanza, destruyendo todo a su paso, el torrente de desacralización dentro de mi Iglesia. Parecería que nada ni nadie puede hacerle frente ya, y que es mejor bajar los brazos y dejarse llevar, mas si sois verdaderos Apóstoles, si sois verdaderos seguidores de vuestro Señor, vuestro proceder será muy distinto, hoy como nunca es necesario que os presentéis a comulgar de rodillas, dando ejemplo de lo que habéis aprendido estando a mi lado, pues esa forma de acercarse, grita en la cara de aquellos que quieren destruir lo sagrado de mi templo que mi presencia aún está allí, que soy Yo, Dios verdadero, el auténtico Dueño de todo momento y de todo lugar en la vida del hombre, y que vosotros, como hijos auténticos, reconocéis mi presencia y me adoráis, pues vuestra rodilla que se dobla frente a mí, no se doblará luego frente a los falsos ídolos del mundo. Recordadlo entonces, practicádlo y enseñad a otros a hacerlo, son necesarias muchas comuniones reparadoras ante tantas y tantas almas que me reciben sin haberse acercado a limpiarse previamente en la confesión, redoblando con eso el dolor de mi corazón.
Si deseáis darme consuelo, cumplid con lo que os pido.
Se bien que necesitaréis fuerzas y por eso mis bendiciones, día tras día, os alcanzarán la gracia necesaria.
Recibid fuerza en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Vuestra fortaleza será inquebrantable si la basáis en la humildad. Paz.

Lectura: I Crónicas, Cap. 5, Vers. 25 al 26.






ANTERIOR     |     SIGUIENTE