Y TENGO PRISA
24 de julio de 1992
Mirad que vengo pronto y tengo prisa, examináos y ved como estáis para presentaros frente a mí.
Como en épocas antiguas, mis profetas han avisado de este retorno, han avisado de lo miserable de vuestra conducta, han prevenido del castigo inminente, han llamado a quienes desean colaborar en la salvación, mas todos los oídos parecen sordos, todos los labios parecen mudos, todas las voluntades parecen petrificadas, y vosotros aún sabiendo todo esto, ¿cómo vivís?
Veis a mi amada esposa entregada prácticamente indefensa en manos de mis enemigos, véis lacerar su cuerpo y su alma, su apariencia exterior y su espiritualidad ¡y aún así no reaccionáis! ¿qué haré entonces con vosotros si dejáis a merced de mis enemigos a Aquella a quién amo como a mi propia Gloria? Mi Iglesia, la auténtica, debe ser defendida, primero en vuestros corazones: construid interiormente una fortaleza inexpugnable de gracia y de amor, de misericordia divina y luego transmitid ésto a vuestros hermanos. Enseñadles a ser fieles hijos de tan digna Madre, atentos discípulos de esta maestra que desde siempre os enseña el camino de la salvación.
Vosotros, dejad por mi parte enfrentar a los enemigos, ocupáos mas bien de la pesca abundante que nadie recoge y estad siempre atentos pues mi presencia se manifiesta en todo momento, para bien de las almas, por eso no perdáis un instante de vuestra atención cuando estas llamadas llegan a vosotros.
Tened paz, recibid la bendición de vuestro Señor, que ella penetre vuestros corazones y os marque, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Lo que digáis de otros en privado, os lo haré declarar en público; lo que construyáis para el mal, no permanecerá. Las injurias y agravios secretos están siempre frente a mí; podéis ocultarlos a otros, pero si hacéis ésto con vuestros hermanos, ¿qué haré Yo con vosotros? Cómo tratéis a otros en público y en privado, así seréis tratados, por justicia con vosotros, y por amor a todos. Paz.
Lectura: San Lucas, Cap. 5, Vers. 1 al 11.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS