CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 31

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





MIRAD QUE VENGO PRONTO
Y TENGO PRISA

24 de julio de 1992

Mi paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Mirad que vengo pronto y tengo prisa, examináos y ved como estáis para presentaros frente a mí.
Como en épocas antiguas, mis profetas han avisado de este retorno, han avisado de lo miserable de vuestra conducta, han prevenido del castigo inminente, han llamado a quienes desean colaborar en la salvación, mas todos los oídos parecen sordos, todos los labios parecen mudos, todas las voluntades parecen petrificadas, y vosotros aún sabiendo todo esto, ¿cómo vivís?
Veis a mi amada esposa entregada prácticamente indefensa en manos de mis enemigos, véis lacerar su cuerpo y su alma, su apariencia exterior y su espiritualidad ¡y aún así no reaccionáis! ¿qué haré entonces con vosotros si dejáis a merced de mis enemigos a Aquella a quién amo como a mi propia Gloria? Mi Iglesia, la auténtica, debe ser defendida, primero en vuestros corazones: construid interiormente una fortaleza inexpugnable de gracia y de amor, de misericordia divina y luego transmitid ésto a vuestros hermanos. Enseñadles a ser fieles hijos de tan digna Madre, atentos discípulos de esta maestra que desde siempre os enseña el camino de la salvación.
Vosotros, dejad por mi parte enfrentar a los enemigos, ocupáos mas bien de la pesca abundante que nadie recoge y estad siempre atentos pues mi presencia se manifiesta en todo momento, para bien de las almas, por eso no perdáis un instante de vuestra atención cuando estas llamadas llegan a vosotros.
Tened paz, recibid la bendición de vuestro Señor, que ella penetre vuestros corazones y os marque, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Lo que digáis de otros en privado, os lo haré declarar en público; lo que construyáis para el mal, no permanecerá. Las injurias y agravios secretos están siempre frente a mí; podéis ocultarlos a otros, pero si hacéis ésto con vuestros hermanos, ¿qué haré Yo con vosotros? Cómo tratéis a otros en público y en privado, así seréis tratados, por justicia con vosotros, y por amor a todos. Paz.

Lectura: San Lucas, Cap. 5, Vers. 1 al 11.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE