CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 31

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





SI QUERÉIS OBTENER ÉXITO EN LAS ALMAS,
MANTENÉOS FIRMES

7 de agosto de 1992

Paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Vuestro apostolado carece de efectividad en muchas oportunidades y os diré porqué. Vosotros no valoráis cuánto interesa a Dios la salvación de una sola alma, al no valorizar las almas, vuestro apostolado es solo material y vuestros objetivos de corto alcance, no llegan a penetrar la intimidad de las almas, pues en vuestro trabajo, olvidáis hacerlo en mi nombre y por mí. Aprended pues a encomendar vuestras obras de apostolado a mi acción, y valorizad lo que representa un alma frente a los ojos de vuestro Dios: solo así podréis hacer un auténtico apostolado fructífero. No es simplemente dar cosas, no es solamente hablar mucho, bien; debéis agregar a ello, un interés especial por la salvación de aquel a quién os dirigís, y pedir con todas vuestras fuerzas que el Espíritu Santo abra su corazón y comprenda que cuanto vosotros hacéis, es por su bien. Por eso no solo haréis vuestro apostolado relacionándoos con los demás, si, en primer lugar, no os dirigís a mí para preparar el camino.
Tened paz, recordad que no me interesa la abundancia de personas, sino la seguridad de conversiones.
Yo os bendigo, recibid la bendición de vuestro Señor en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Estando a mi lado todo os parece sencillo, mas al volver al mundo, rápidamente os desprendéis de mis palabras.
Si queréis obtener éxito en las almas, mantenéos firmes.
Que estos dos hijos predilectos (sacerdotes presentes) del Corazón de mi Madre y del mío que os bendigan en conjunto como signo de vuestra sumisión a la autoridad de la Santa Iglesia.
Mi paz a los corazones limpios.

Lectura: Ezequiel, Cap. 30, Vers. 1 al 10.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE