CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 36

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





ELEVAD VUESTRAS VOCES
EN ORACIÓN FRECUENTEMENTE

26 de noviembre de 1993

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Permanecen cerrados los oídos de los hombres frente a mis palabras, frente a mis exhortaciones y las de mi Madre. Permanecen endurecidos los corazones frente a mi gracia que pretende penetrarlos. Permanecen indiferentes las voluntades frente a mis deseos claramente expresados, y aun así, vuestro Señor espera... os espera a vosotros y a todos aquellos que aun tienen oportunidad de realizar un cambio en su vida. Mas no será mucho el tiempo de esta espera, pues no por siempre permitiré sea burlada mi Voluntad. Por eso: ¡Elevad vuestras voces en oración frecuentemente! ¡Abrid vuestros corazones a mi gracia! Trabajad, trabajad continuamente para que más y más hombres conozcan el mensaje de amor de este Dios que espera. Yo deseo bendeciros, mas si vosotros rechazáis mi bendición confiando más en los hombres o en vuestros propios esfuerzos que en mí, ¿qué puedo hacer? Recibid mi bendición y que esta os alcance y permanezca en vosotros, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Toda empresa que acometáis por difícil que sea, si lo hacéis en mi nombre, obtendréis triunfo seguro, mas cualquier trabajo que intentéis llevar a cabo por vuestros propios conocimientos y según vuestros planes, haciendo oídos sordos a cuanto os pida, estará destinado a un fruto mísero, cuando no a un fracaso total. Pues Yo soy Aquél por quién el sol sale y se pone, por quién los astros ocupan su lugar cada día, por quién cada hombre tiene vida, ¡qué no haré por quienes confían en mí! Paz.

Lectura: Proverbios, Cap. 12, Vers. 1 al 12.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE