NO INTENTÉIS ESCONDER VUESTRAS
MALAS ACCIONES DE MI VISTA
SI NO CAMBIADLAS
19 de mayo de 1995.
Sigo enviando mis mensajes a través del mundo pues es necesaria para la humanidad la voz de Dios, mas al oír la voz del Señor y sus palabras, muchos, como Adán y Eva luego de haber cometido el pecado original se esconden y alejan pues temen que detrás de la voz de Dios esté la mirada y el castigo.
Mas mi voz continua siendo oportunidad y misericordia, oíd pues, humanidad entera: no intentéis esconder vuestras malas acciones de mi vista sino cambiadlas. Renunciad a vuestros pecados, moved vuestros corazones hacia lo alto, hacia el Cielo, hacia aquello que es limpio y os traerá paz.
Mirad, pues, Yo he sido levantado en la cruz por vosotros para atraeros a todos hacia mí, no resistáis a esa atracción que os llevará a vivir en la plenitud de la gracia en el Cielo. Cortad, arrancad, limpiad vuestro corazón. Desechad todo aquello que estorba vuestro horizonte y avanzad con confianza en el camino de la santidad.
Haced que llegue a todos los rincones del mundo la voz de Dios que clama por sus criaturas para que olviden el engaño y salgan a la luz. Guiados por mí, llegaréis seguros.
Tened paz, Yo os bendigo. Esta bendición alcance también a cuantos reciban en sus manos las palabras de este mensaje y al verlas decidan dar un cambio definitivo a sus vidas. Descienda sobre vosotros mi bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”)
Si las tribulaciones son permitidas, es para que de ellas saquéis nuevas enseñanzas que os hagan más perfectos en la auténtica caridad y entrega. Confiad en mí. Paz.
Lectura: San Mateo, Cap. 27, Vers. 3 al 11.
COPYRIGHT BY FUNDACIÓN MISERICORDIA DIVINA
ASOCIACIÓN DE LAICOS CATÓLICOS