CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 41

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





ABRID VUESTRO CORAZÓN
A LAS CORRECCIONES

8 de marzo de 1996

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Finalizado un día de trabajo gustaba de reunirme con mis apóstoles para exhortarlos especialmente y compartir sus experiencias diversas en su tarea que cada día crecía bajo mi dirección. Verdad es que algunos comprendían mejor que otros cuál era su misión como entre vosotros. Cierto es que les agradaba oír las explicaciones de las parábolas como a vosotros. Verdad es que se incomodaban con las correcciones sobre todo cuando eran realizadas delante de los demás como vosotros, mas éstas eran necesarias; mi Iglesia estaba naciendo y debía nacer rectamente, de buena semilla, y aún así, a pesar de los cuidados, uno de ellos falló como también puede sucederos a vosotros.
Por eso asistid con agrado a los momentos de oración, oíd con gusto mis enseñanzas, abrid vuestro corazón a las correcciones, no sea que falléis como aquél que tristemente ya conocéis.
Cercano a mi Pasión se multiplicaban los momentos de intimidad con mi Padre y de preocupación por mis apóstoles. Hoy nuevamente multiplico mis esfuerzos pues deseo que no quede en vosotros sombra de duda, ni que tengáis necesidad de otros maestros, pues Yo, el Señor, estoy aquí y debe bastaros.
Tened paz, Yo os bendigo para que veáis con claridad y limpiéis vuestras almas en este tiempo oportuno, recibid mi bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Es verdad que el Señor espera y tiene misericordia, pero no esperará por siempre, pues todo tiene un límite. Aprovechad a trabajar en vuestra conversión en este tiempo pues nadie os asegura el tiempo de mañana. Paz.

Lectura: Zacarías, Cap. 13, Vers. 1 al 6.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE