CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 42

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





ES VUESTRO CORAZÓN
UNA GRAN MORADA

18 de julio de 1997

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Es vuestro corazón una gran morada donde podéis guardar innumerables cosas, mas no todas son para vuestro beneficio. En él pueden estar las mejores virtudes o los peores vicios, los anhelos más altos o las más degradantes aberraciones, la santidad más pura o la condenación eterna. Y allí sois vosotros dueños y señores, y admitís en vuestra morada a quién deseáis, cerrándola a todo aquello que no entra en vuestros planes. Guardáos bien, ovejas mías, no abráis la puerta de vuestro corazón a vuestro enemigo porque entrará en él, os quitará lo bueno y se apoderará de vosotros.
Pedid a vuestros ángeles que sean fieles custodios de la morada de vuestro corazón. Llenadlo de buenas intenciones, colmadlo con pensamientos santos, poned mi Ley en él, e invitadme a que haga mi morada allí. Me sentiréis llegar e inundarlo con mi gracia y eso cambiará vuestra vida.
Mas lo que no puede verse de vuestro corazón se ve en vuestro rostro, en vuestros ojos: corazón limpio, mirada limpia, sin llantos; expresión pura y pacífica pertenece a un corazón manso. Todos los rasgos del rostro traslucen vuestro interior, y no os hablo, ovejas mías, de belleza sino de gracia, de armonía, de paz.
Bendito aquél que abre su corazón para que el Señor lo habite.
Guardaos bien, os lo repito, de abrir con facilidad las puertas de esta morada, porque mucho sufriréis si lo entregáis en manos enemigas.
Tened paz, yo os bendigo, yo soy vuestro pastor y vosotros mi rebaño, recibid mi bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
No busquéis en la lejanía oportunidades para servirme, sino en vuestra vida diaria, allí las hallaréis. Paz.

Lectura: Efesios Cap. 1, Vers. 3 al 14.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE