CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 43

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





NINGUNA HOJA, UNA VEZ CAÍDA
Y RESECA, VUELVE AL ÁRBOL

9 de enero de 1998   |   Primer Viernes de mes

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Observad, pues, aquel árbol robusto y fuerte... cómo al ser agitado por terribles vientos, suelta aquellas hojas que no están perfectamente adheridas a él o que están secas; y esto es necesario para que la savia y la vida llegue a las demás hojas y las fortalezca. Así, unas se desprenderán y caerán para morir y ser pisoteadas; y a su vez, otras reverdecerán y se fortalecerán.
Ved, entonces, mi Obra, agitada por el viento de la tentación, la incertidumbre, la tibieza. Permito, entonces, esta agitación para que en ella se desprendan aquellas hojas secas, inútiles, y caigan, y no estorben el crecimiento de las otras, verdes, fuertes, que desean vivir adheridas al tronco, que soy Yo. Os repito: es necesario que estos vientos soplen para descubrir cuáles hojas permanecerán y cuáles perecerán.
Tened Paz. Yo os bendigo para que obtengáis auténtica fortaleza y enfrentéis los vientos venideros, adheridos a mí; recibid mi bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Ninguna hoja, una vez caída y reseca, vuelve al árbol... recordadlo bien. Paz.

Lectura: San Lucas, Cap. 3, Vers. 1 al 6.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE