CARGANDO...
POR FAVOR, ESPERE...




Cargando...
PROFECÍAS CUMPLIDAS Y MENSAJES CONFIRMADOS
ADVERTENCIAS FINALES
MENSAJES UNIVERSALES
MENSAJES SOBRE ARGENTINA
MENSAJES ESPECIALES
EL BUEN PASTOR Nro. 1 al 10
EL BUEN PASTOR Nro. 11 al 20
EL BUEN PASTOR Nro. 21 al 30
EL BUEN PASTOR Nro. 31 al 40
EL BUEN PASTOR Nro. 41 al 47
ÚLTIMOS MENSAJES
CONOZCA NUESTROS SITIOS


Edición Nro. 27

ANTERIOR     |     SIGUIENTE





QUE LOS SUFRIMIENTOS OS ALIENTEN
PENSANDO EN LOS MÍOS
POR VOSOTROS EN LA CRUZ

12 de abril de 1991

La paz con vosotros, ovejas de mi grey.
Incansablemente y siempre con la misma dedicación, mi voz se hace oír en medio vuestro reclamando vuestra atención, y pidiéndoos respuesta a cada uno de mis pedidos. Necesito vuestra entrega para acercar a otros al seno de la Santa Iglesia; necesito vuestra dedicación para paliar las necesidades de vuestros hermanos; necesito vuestra confianza para otorgaros las gracias que llevarán a otros al camino de la fe; necesito servidores fieles y firmes, fuertes y perseverantes, unidos y obedientes, humildes y llenos de amor. ¿Seréis pues, vosotros?, ¿serán otros?, vosotros tenéis pues la última palabra; mas si estáis decididos a emprender el camino, no miréis atrás, poned vuestros ojos en mí; confiad, confiad plenamente en mis palabras, pues ningún temor pueden ellas engendrar en las almas que desean mayor perfección. Ya sé que el mundo está ciego para no ver vuestros esfuerzos y sordo para no oír vuestras advertencias y mudo para no elevar su voz a Dios; cree poder bastarse a sí mismo y así terminará. Cuando este mundo crea poder bastarse a sí mismo para todo, aún para proporcionarase un cielo nuevo y una tierra nueva, entonces verá tristemente que nada se es si no se es para Dios.
Tened paz, avanzad sin temor, que los sufrimientos os alienten, pensando en los míos por vosotros en la cruz.
Yo os bendigo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: “Amén”).
Ninguna prueba o tentación será superior a vuestras fuerzas, si así fuese, no sería Yo vuestro Dios, y mi Justicia sería solo una palabra sin sentido.
La paz habite en vosotros

Lectura: Jeremías, Cap. 33, Vers. 10 al 13.





ANTERIOR     |     SIGUIENTE