QUE VUESTRA MAYOR LUCHA
ES POR VUESTRA PROPIA CONVERSIÓN
13 de agosto de 2010 (BENDICIÓN DE LAS AGUAS)
He venido hoy aquí a dejaros un tesoro como un padre confía una valiosa herencia a sus hijos: así os confío Yo esta agua. Os será de utilidad en vuestra lucha, pues está bendecida especialmente, contra el demonio, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: Amén), contra el mundo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: Amén), contra el pecado, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: Amén).
Administrad justamente los bienes que os confío y obtendréis vuestras victorias contra el demonio, el mundo y la carne. Tened paz. Yo os bendigo también a vosotros para que cumpláis dignamente la misión de ser mis Apóstoles de los Últimos Tiempos, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Todos responden: Amén).
Recordad siempre que vuestra mayor lucha es por vuestra propia conversión.
Lectura: Salmo 38, Cap. 14, Vers. 23.
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